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Los avances y desafíos en la digitalización del Estado

Chile ha dado grandes pasos en su modernización. Hoy muchos trámites pueden hacerse en línea. Sin embargo, queda camino por recorrer para seguir mejorando la calidad de vida de las personas.

Modernizar al Estado es fundamental. Así lo entienden los especialistas en tecnología y los grandes tomadores de decisiones que reconocen a la digitalización como un motor de crecimiento. De hecho, Paloma Ríos, directora de Sector Público de Microsoft Chile, cree que mientras más digitalizado se encuentre un país, más rápido sus ciudadanos pueden acceder a la información para sacar provecho de ella.

“La digitalización es fundamental para el avance de cualquier organismo y para los usuarios. En el Estado, en particular, facilita el acceso a distintos servicios y, en este ámbito, Chile, al igual que otros países de Latinoamérica ha tenido importantes avances”, señala la ejecutiva Paloma Ríos.

En este contexto, Paloma Ríos, valora tres aspectos clave: cero filas, cero papel e identidad digital, lo que se relaciona con ahorro de tiempo, sustentabilidad y eficiencia. Gracias a la Ley 19.799, conocida como Ley de Firma Electrónica, muchas instituciones públicas han acelerado la modernización y, aunque queda mucho camino por recorrer, el país avanza en la dirección correcta, especialmente, luego de que se desencadenara la pandemia que aceleró aún más la incorporación de soluciones y procesos digitales.

Según la ejecutiva, la modernización del Estado no solo impacta positivamente a las organizaciones, sino que también a las personas. “Un ejemplo muy concreto de esto es que realizar trámites presenciales le cuesta al Gobierno hasta 40 veces más de lo que podría costar el servicio equivalente en una plataforma digital”, dice.

Sin embargo, muchos cambios que fueron acelerados por la pandemia se quedaron y el hecho de que se establezca la existencia de una identidad digital habla de un país que tiene la intención de modernizarse, explica Paloma Ríos. “En este sentido, un desafío importante es el uso de los datos disponibles, porque cada institución genera avalanchas de información día a día. La reflexión es, entonces, cómo hacemos uso de esos datos en beneficio de los ciudadanos. Hoy, esos datos están disgregados, pero podemos usarlos para entregar mejores servicios, de manera que sean mejor capitalizados”, sostiene la directora de Sector Público de Microsoft Chile.

Desde el aspecto cultural, en tanto, Ricardo León, director del Centro de Estudios de Fundación País Digital, hace hincapié en la necesidad de contar con un mercado laboral capacitado, lo que nos ayudará a no dejar personas rezagadas en el camino. Y es que, tal como plantea el estudio “Future of Work”, elaborado por la fundación y Accenture, Chile podría llegar a desaprovechar cerca de US$13 mil millones en crecimiento de su PIB, si no se prepara a las personas en habilidades del mercado del futuro.

“Es fundamental avanzar en competencias digitales, en ciberseguridad, en la digitalización y modernización del Estado, en la economía de los datos y la inteligencia artificial, así como en los desafíos regulatorios que implica acelerar el modelo productivo de empresas y pymes”, sostiene Ricardo León.

Una visión que comparte Paloma Ríos, que siente que aspectos como la conectividad y la alfabetización digital aún no han sido cubiertos adecuadamente. La pregunta es: “¿Cómo hacemos para que las personas sepan usar la tecnología?”, reflexiona la ejecutiva.

En la Fundación País Digital presentaron a finales de 2021 el documento “Plan Un País Digital”, que hizo un profundo análisis de las experiencias internacionales. “Dicha estrategia consideró la digitalización de trámites de organismos públicos a través de plataformas digitales, integrando la información en una red interconectada entre organismos; el desarrollo de un Estado consultivo a través de la participación ciudadana por medios telemáticos; y la generación de mecanismos que permitan a los ciudadanos acceder a información sobre la gestión pública”, comenta el director del Centro de Estudios.

El Estado gasta anualmente más de US$108 millones en papel de impresión, fotocopiado, carpetas, archivadores, bodegaje de documentos y envío de cartas certificadas. Por eso, Ricardo León, cree que una política de “Cero Papel” permitiría un importante ahorro de dinero y tiempo tanto para Chile como para los usuarios. “En este proceso de modernización estatal, se necesita además el aporte de conocimiento para desarrollar y crear las aplicaciones necesarias que faciliten los trámites”, afirma.

Finalmente, en el proceso de digitalización del Estado, Paloma Ríos destaca el reto de cuidar la privacidad. “El uso del dato es dual. Hay muchos disponibles, pero hay que usarlos sin pasar a llevar la privacidad”, explica.

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